México requiere un agro más productivo
Por Alfonso García Araneda
La revolución digital en el agro es hoy, y nuestro campo no puede quedarse atrás. México requiere un agro más productivo, particularmente en un momento en el que el precio de los granos va a la baja y no así los costos de producción
Para nadie es un secreto que nuestro sector agropecuario enfrenta diversos retos, entre los que se encuentran altos costos de producción, bajos rendimientos en las cosechas, predios chicos y dispersos dependiendo la zona productiva, los cuales se riegan con lluvias de temporal en una porción importante de la superficie cultivable.
Otros retos son el cambio climático, fuerte volatilidad de precios en un mercado global, donde los precios no se fijan dependiendo de las cosechas locales, sino de los resultados de las cosechas en los principales países productores, conflictos geo políticos, el precio de los combustibles en los mercados internacionales y en general, de la oferta y demanda que exista a nivel global y no de la local.
A lo anterior habría que sumar lo que sucede en la economía mundial, que hoy se ha visto fuertemente afectada por presiones inflacionarias que han impactado los mercados financieros al tener los bancos centrales que elevar sus tasas de referencia de manera agresiva para tratar de controlarlas.
Ello se ha traducido en un incremento de los costos financieros para los agricultores que reciben un crédito para producir sus granos.
Al mismo tiempo, todos los factores anteriores inciden en que se dificulte el acceso al crédito de los productores, lo que provoca que el desarrollo de nuestro campo sea más lento y complicado.
A pesar de todas las dificultades anteriores hoy existe una opción para hacer más productivo nuestro campo, la cual se basa en el uso de la tecnología.
Les explico.
Hoy la humanidad ha sido testigo de los grandes avances que hemos tenido con el uso de la tecnología en diversos sectores, como es el de las comunicaciones, el financiero, el de la salud o el manufacturero, y en el caso del agropecuario no ha sido la excepción.
Imaginen por un momento que los agricultores no tengan que llevar sus documentos para demostrar la tenencia de sus predios.
Que en lugar de esto, puedan demostrar a través de la geo-localización y geo-referenciación satelital con absoluta exactitud, la ubicación del predio en el que va sembrar, y que precisamente a través de esta información pueda dar un seguimiento estricto y puntual a la evolución de su cultivo.
Que a través de imágenes satelitales del mismo predio pueda demostrar frente a un banco cuál ha sido el rendimiento de su predio en los últimos cinco años y que con base en eso se determine el monto de su crédito, en lugar de que sea determinado por el rendimiento promedio de la zona.
Que a través del uso de la tecnología y diversos sensores pueda medir en tiempo real las condiciones del cultivo y de los suelos, como la humedad, el PH, la velocidad de los vientos y dependiendo de las condiciones del suelo, incluso reciba recomendaciones sobre el cultivo que le resultaría más productivo sembrar en esas condiciones.